"CUATES"
06.29.23 - 08.05.23
Sofía Ortiz y Brendan Fagan
06.29.23 - 08.05.23
Sofía Ortiz y Brendan Fagan
DANIELA ELBAHARA presenta “CUATES”, una exposición grupal de la pintora mexicana Sofía Ortiz y el artista multidisciplinario estadounidense, Brendan Fagan.
El nombre de la exposición hace referencia a la estrecha relación que existe entre los artistas, quienes aún sin compartir parentesco poseen una conexión.
Sofía Ortiz (Ciudad de México, 1988), graduada de las universidades RISD y Yale, y Brendan Fagan(Portsmouth, Virginia, 1978), reconocido en la escena artística de Nueva York, se hicieron amigos compartiendo estudio en la Ciudad de México. Al partir caminos, continuaron frecuentándose y reflexionando sobre su trabajo. Su punto de encuentro fue el dibujo, el uso predominante del azul y las formas orgánicas.
La obra de Ortiz y Fagen comparte un interés por la capacidad que tiene la naturaleza para dominar, inspirar y aterrorizar. Sus dibujos muestran “la disonancia entre la realidad y la percepción”. Es decir: lo que vemos no es el mundo observable, sino una representación más fiel de lo que perciben desde sus perspectivas personales.
En esta exposición ambos artistas producen obra inédita. Fagan utiliza un nuevo soporte: la mezclilla. Primero dibuja sobre ella con cloro y luego pinta con óleo, produciendo texturas similares a las reacciones químicas. En su obra, las plantas y las partes del cuerpo cambian de tamaño constantemente, alterando nuestra comprensión del entorno y sus componentes como una experiencia psicodélica.
Ortiz realiza paisajes en acuarela y tinta china sobre papel. El tamaño del formato que usa es grande o pequeño, apuntando también a la importancia de observar lo general o el detalle. A la artista le gusta observar la naturaleza, y a Fagen observarse a sí mismo y a los demás. Ambos comparten una sensación de outsiders pero son capaces de conectar con lo sublime.
El nombre de la exposición hace referencia a la estrecha relación que existe entre los artistas, quienes aún sin compartir parentesco poseen una conexión.
Sofía Ortiz (Ciudad de México, 1988), graduada de las universidades RISD y Yale, y Brendan Fagan(Portsmouth, Virginia, 1978), reconocido en la escena artística de Nueva York, se hicieron amigos compartiendo estudio en la Ciudad de México. Al partir caminos, continuaron frecuentándose y reflexionando sobre su trabajo. Su punto de encuentro fue el dibujo, el uso predominante del azul y las formas orgánicas.
La obra de Ortiz y Fagen comparte un interés por la capacidad que tiene la naturaleza para dominar, inspirar y aterrorizar. Sus dibujos muestran “la disonancia entre la realidad y la percepción”. Es decir: lo que vemos no es el mundo observable, sino una representación más fiel de lo que perciben desde sus perspectivas personales.
En esta exposición ambos artistas producen obra inédita. Fagan utiliza un nuevo soporte: la mezclilla. Primero dibuja sobre ella con cloro y luego pinta con óleo, produciendo texturas similares a las reacciones químicas. En su obra, las plantas y las partes del cuerpo cambian de tamaño constantemente, alterando nuestra comprensión del entorno y sus componentes como una experiencia psicodélica.
Ortiz realiza paisajes en acuarela y tinta china sobre papel. El tamaño del formato que usa es grande o pequeño, apuntando también a la importancia de observar lo general o el detalle. A la artista le gusta observar la naturaleza, y a Fagen observarse a sí mismo y a los demás. Ambos comparten una sensación de outsiders pero son capaces de conectar con lo sublime.










"The Ghost Has No Home"
04.20.23
Mario Zoots
04.20.23
Mario Zoots
Daniela Elbahara se enorgullece en presentar “The “Ghost Has No Home” la 1era exposición individual de Mario Zoots en el espacio.
El artista originario de Denver, muestra una serie de pinturas creadas con una variedad de técnicas análogas y digitales, en las cuales reutiliza anuncios de moda de los 80´s, reformando y aplicando lavados de pintura monocromática mismos que separan la imagen de su contexto original.
En "The Ghost Has No Home", Zoots despliega una narrativa críptica que evoca la naturaleza espectral de la memoria, la identidad y el lugar. Basándose en teorías del arte como el rizoma, un concepto introducido por Gilles Deleuze y Félix Guattari, la obra de Zoots encarna la naturaleza no lineal e interconectada de la experiencia humana. Su trabajo también guarda un eco distintivo de la noción de "aura" de Walter Benjamin y su decaimiento en la era de la reproducción mecánica, ya que cada imagen fragmentada pierde su contexto original y adquiere un nuevo significado en el ensamblaje.
Las fotografías encontradas, seleccionadas y ensambladas, evocan una atmósfera etérea que sumerge al espectador en un espacio liminal entre lo conocido y lo desconocido. Al yuxtaponer elementos dispares, Zoots crea una sintaxis visual que desafía las narrativas lineales, dejando la interpretación abierta a la imaginación del espectador y sus proyecciones psicológicas.
"The Ghost Has No Home" alude a la esencia elusiva de la memoria, la identidad y el tiempo. Esta presencia espectral, no atada a una ubicación singular, sirve como metáfora de la naturaleza fragmentada de nuestra experiencia colectiva, que se desplaza a través del pasado, el presente y el futuro.
Así mismo, la muestra “The Ghost Has No Home" encarna un enfoque atrevido y provocador. El collage como técnica puede percibirse como una re-apropiación de elementos que pertenecen a otros. Esta noción resuena con los antecedentes grafiteros de Zoots, donde "robó" espacios de edificios y vagones de tren en todo Denver para dejar su huella. Para el artista, el elemento de riesgo es esencial dentro del proceso creativo; sin él, el arte no puede existir verdaderamente.
SOBRE MARIO ZOOTS
Mario Zoots (n. 1981) vive y trabaja en Denver, CO, donde recibió su MFA de la Universidad de Denver en 2014. Como artista basado en la óptica, Zoots emplea modos de apropiación y collage, alterando imágenes producidas en masa, fotografías encontradas e iconos de la cultura pop para re imaginar y cuestionar los sistemas de creencias que dan forma a nuestro mundo.
El trabajo de Zoots se ha mostrado a nivel nacional e internacional en museos y galerías, incluido el Museo de Imagen + Sonido de Sao Paulo, Brasil (2010); Galería Preteen, Ciudad de México, MX (2012); K Contemporary, Denver, CO (2017, 2019, 2022), Straat Museum en Amsterdam (2022) Museo de Arte Contemporáneo en Denver, CO (2023) y más recientemente en Daniela Elbahara, Ciudad de México, MX. Además, su trabajo aparece en The Age of Collage: Contemporary Collage in Modern Art y Cutting Edges: Contemporary Collage, publicado por Gestalten, Berlín, Alemania. Está representado en Denver por K Contemporary y en la Ciudad de México por Daniela Elbahara.
Zoots es curadora de Collé, una publicación que explora el mundo del collage contemporáneo, y director curatorial de nuevos proyectos, una iniciativa artística diseñada para fomentar la experimentación y la colaboración.
El artista originario de Denver, muestra una serie de pinturas creadas con una variedad de técnicas análogas y digitales, en las cuales reutiliza anuncios de moda de los 80´s, reformando y aplicando lavados de pintura monocromática mismos que separan la imagen de su contexto original.
En "The Ghost Has No Home", Zoots despliega una narrativa críptica que evoca la naturaleza espectral de la memoria, la identidad y el lugar. Basándose en teorías del arte como el rizoma, un concepto introducido por Gilles Deleuze y Félix Guattari, la obra de Zoots encarna la naturaleza no lineal e interconectada de la experiencia humana. Su trabajo también guarda un eco distintivo de la noción de "aura" de Walter Benjamin y su decaimiento en la era de la reproducción mecánica, ya que cada imagen fragmentada pierde su contexto original y adquiere un nuevo significado en el ensamblaje.
Las fotografías encontradas, seleccionadas y ensambladas, evocan una atmósfera etérea que sumerge al espectador en un espacio liminal entre lo conocido y lo desconocido. Al yuxtaponer elementos dispares, Zoots crea una sintaxis visual que desafía las narrativas lineales, dejando la interpretación abierta a la imaginación del espectador y sus proyecciones psicológicas.
"The Ghost Has No Home" alude a la esencia elusiva de la memoria, la identidad y el tiempo. Esta presencia espectral, no atada a una ubicación singular, sirve como metáfora de la naturaleza fragmentada de nuestra experiencia colectiva, que se desplaza a través del pasado, el presente y el futuro.
Así mismo, la muestra “The Ghost Has No Home" encarna un enfoque atrevido y provocador. El collage como técnica puede percibirse como una re-apropiación de elementos que pertenecen a otros. Esta noción resuena con los antecedentes grafiteros de Zoots, donde "robó" espacios de edificios y vagones de tren en todo Denver para dejar su huella. Para el artista, el elemento de riesgo es esencial dentro del proceso creativo; sin él, el arte no puede existir verdaderamente.
SOBRE MARIO ZOOTS
Mario Zoots (n. 1981) vive y trabaja en Denver, CO, donde recibió su MFA de la Universidad de Denver en 2014. Como artista basado en la óptica, Zoots emplea modos de apropiación y collage, alterando imágenes producidas en masa, fotografías encontradas e iconos de la cultura pop para re imaginar y cuestionar los sistemas de creencias que dan forma a nuestro mundo.
El trabajo de Zoots se ha mostrado a nivel nacional e internacional en museos y galerías, incluido el Museo de Imagen + Sonido de Sao Paulo, Brasil (2010); Galería Preteen, Ciudad de México, MX (2012); K Contemporary, Denver, CO (2017, 2019, 2022), Straat Museum en Amsterdam (2022) Museo de Arte Contemporáneo en Denver, CO (2023) y más recientemente en Daniela Elbahara, Ciudad de México, MX. Además, su trabajo aparece en The Age of Collage: Contemporary Collage in Modern Art y Cutting Edges: Contemporary Collage, publicado por Gestalten, Berlín, Alemania. Está representado en Denver por K Contemporary y en la Ciudad de México por Daniela Elbahara.
Zoots es curadora de Collé, una publicación que explora el mundo del collage contemporáneo, y director curatorial de nuevos proyectos, una iniciativa artística diseñada para fomentar la experimentación y la colaboración.









"Resplandor sólido"
02.02.23 - 01.04.23
Hugo Robledo
02.02.23 - 01.04.23
Hugo Robledo
El color se desvanece frente a nuestros ojos. El atardecer se apaga, la flor palidece y la piel envejece. El color es un fenómeno transitorio, siempre en estado de cambio. El color es un sistema de fe. La física ha explicado que el color no es inherente a los objetos, sino que se trata de una interpretación que elabora el cerebro humano a partir del espectro de luz que reflejan las superficies. Si el color es información mental, ¿en qué consiste su materialidad? La presente muestra es una exploración subjetiva acerca de esta pregunta.
La materialidad es un aspecto fundamental de las obras que componen esta exposición. En una época en que la desmaterialización de la imagen parece un hecho consumado, la economía, las industrias y las emergencias ambientales nos recuerdan que la realidad sigue siendo tangible y muy concreta. En la era digital, las industrias extractivas son más lucrativas que nunca: litio, cobre, grafito, entre muchos otros minerales, son arrancados de la tierra para satisfacer la incesante demanda de las nuevas tecnologías.
Hacia finales de los años 60, la escritora Lucy R. Lippard reflexionaba acerca de la creciente desmaterialización de los procesos artísticos, en los cuales el artista se encargaría de diseñar las obras para luego ser ejecutadas por artesanos, de manera que el acto creativo sería más mental que manual. A cinco décadas de aquella transición, personalmente, asumo la postura de que el proceso artístico no solo es mental, sino también manual. Pienso que la curiosidad por las ideas es tan importante como los hallazgos que genera la experiencia táctil de los materiales. En este sentido, mi proceso implica tanto el aprendizaje de aspectos del oficio como la estructuración del pensamiento.
La elección de ciertas técnicas y materiales asociadas a arte de otros tiempos responde a la búsqueda del proceso manual del color. El oficio medieval de la tempera grassa, antecedente directo de la pintura al óleo, requiere un sistema de trabajo estrictamente organizado y sistemático. Por ser un procedimiento pictórico preindustrial, carece de la inmediatez de trabajar un color ya preparado previamente. Esta cualidad inconveniente deviene en un estado mental repetitivo y meditativo. Por otra parte, la cerámica ha acompañado a la humanidad desde la antigüedad hasta nuestros días sin interrupción, en casi todas las culturas, y continúa como un material de uso cotidiano. Encuentro fascinante su fragilidad en cuanto que objeto, y su persistencia en cuanto que material. Los restos arqueológicos nos confirman que la cerámica sobrevive a la ruina de las civilizaciones.
Las obras de esta exposición abarcan un campo semántico acerca del espacio construido. En el margen de la representación y la abstracción, espacios mentales ambiguos revelan espejos de agua, contenedores, fuentes y tuberías. El cuerpo de agua como reflejo-ilusión tiene connotaciones culturales tanto del mundo espiritual como de la higiene y la salud física. Los marcos-resplandores que aparecen en las pinturas refieren a la experiencia del color a través de las pantallas. Las proporciones de las obras son 16:9, 4:3 y 1:1, que son formatos presentes en los monitores y en la fotografía.
La pintura es un impulso vital que ha acompañado a nuestra especie: fijar el fenómeno cromático que siempre tiende a esfumarse. Las pinturas más antiguas de las que se tiene conocimiento se encuentran entre la oscuridad, protegidas de la luz en cavernas. La profundidad de la tierra es oscuridad total, y, por lo tanto, ausente de color. Aunque la luz hace posible el fenómeno del color, la luz tiene el poder de destruir el color. El color aparece durante un tiempo finito. La idea de lo duradero ha acompañado al arte desde la prehistoria. Es un campo para pensar que finalmente nada es eterno, que la vida y el color son preciosos porque se consumen.
Hugo Robledo
Ciudad de México, febrero de 2023.
La materialidad es un aspecto fundamental de las obras que componen esta exposición. En una época en que la desmaterialización de la imagen parece un hecho consumado, la economía, las industrias y las emergencias ambientales nos recuerdan que la realidad sigue siendo tangible y muy concreta. En la era digital, las industrias extractivas son más lucrativas que nunca: litio, cobre, grafito, entre muchos otros minerales, son arrancados de la tierra para satisfacer la incesante demanda de las nuevas tecnologías.
Hacia finales de los años 60, la escritora Lucy R. Lippard reflexionaba acerca de la creciente desmaterialización de los procesos artísticos, en los cuales el artista se encargaría de diseñar las obras para luego ser ejecutadas por artesanos, de manera que el acto creativo sería más mental que manual. A cinco décadas de aquella transición, personalmente, asumo la postura de que el proceso artístico no solo es mental, sino también manual. Pienso que la curiosidad por las ideas es tan importante como los hallazgos que genera la experiencia táctil de los materiales. En este sentido, mi proceso implica tanto el aprendizaje de aspectos del oficio como la estructuración del pensamiento.
La elección de ciertas técnicas y materiales asociadas a arte de otros tiempos responde a la búsqueda del proceso manual del color. El oficio medieval de la tempera grassa, antecedente directo de la pintura al óleo, requiere un sistema de trabajo estrictamente organizado y sistemático. Por ser un procedimiento pictórico preindustrial, carece de la inmediatez de trabajar un color ya preparado previamente. Esta cualidad inconveniente deviene en un estado mental repetitivo y meditativo. Por otra parte, la cerámica ha acompañado a la humanidad desde la antigüedad hasta nuestros días sin interrupción, en casi todas las culturas, y continúa como un material de uso cotidiano. Encuentro fascinante su fragilidad en cuanto que objeto, y su persistencia en cuanto que material. Los restos arqueológicos nos confirman que la cerámica sobrevive a la ruina de las civilizaciones.
Las obras de esta exposición abarcan un campo semántico acerca del espacio construido. En el margen de la representación y la abstracción, espacios mentales ambiguos revelan espejos de agua, contenedores, fuentes y tuberías. El cuerpo de agua como reflejo-ilusión tiene connotaciones culturales tanto del mundo espiritual como de la higiene y la salud física. Los marcos-resplandores que aparecen en las pinturas refieren a la experiencia del color a través de las pantallas. Las proporciones de las obras son 16:9, 4:3 y 1:1, que son formatos presentes en los monitores y en la fotografía.
La pintura es un impulso vital que ha acompañado a nuestra especie: fijar el fenómeno cromático que siempre tiende a esfumarse. Las pinturas más antiguas de las que se tiene conocimiento se encuentran entre la oscuridad, protegidas de la luz en cavernas. La profundidad de la tierra es oscuridad total, y, por lo tanto, ausente de color. Aunque la luz hace posible el fenómeno del color, la luz tiene el poder de destruir el color. El color aparece durante un tiempo finito. La idea de lo duradero ha acompañado al arte desde la prehistoria. Es un campo para pensar que finalmente nada es eterno, que la vida y el color son preciosos porque se consumen.
Hugo Robledo
Ciudad de México, febrero de 2023.

