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NEAR DEATH, STILL LIFE

Laura Tiffin
04.02.25 – 21.03.25

Acerca de:

Amigo de silicón, o enemigo del cromo en este teatro de mimos? Quién aquí todavía está vivo, o a quién todavía le importa si somos guapos, atléticos, y exitosos? Si no puedo olerte, cómo sabes si soy como tú? ¿Cómo sé si eres como yo? Te pareces a mi, pero con mejor joyería, un culo más redondo, y una lengua más afilada. Palomea la caja que muestra la sinceridad del pez Tubícula Chusco y la fragilidad del Pez Piedra, y dirige todas las preguntas existenciales y metafísicas al cadáver en el lavatrastes. Actos en vivo y thirst traps, primera puerta a la izquierda.

 

A través de naturalezas muertas absurdas y retratos inhumanos surreales en sus pinturas y esculturas, Laura está respondiendo a una serie de pesadillas personales recurrentes con escenas sutiles de traición, decepción, y el conflicto psicológico con ella misma, y con el otro. Su fascinación con las réplicas abstractas, las imitaciones, y los curricanes o señuelos abren un discurso sobre la redefinición de un sistema de valores y responsabilidades que nos asignan en la era de la tecnología post-humana, generando cuestionamientos como —¿Qué tan profundo podemos fingir el deepfake? ¿Quiénes son los actores pagados, quiénes están vinculados, y quiénes se van impunemente manejando un Bugatti?

 

Los objetos domésticos reconocibles son tocados por murmullos de colores puntillistas brillantes que trazan selectivamente su camino hacia escenas surrealistas. Las paletas enjoyadas invitan al espectador a entrar, mientras que las sombras profundas y las combinaciones de cosas sin sentido presagian un juego sucio e insinúan motivos violentos justo fuera de la pantalla. Sus pescados vivos se posicionan en ensamblajes precarios con curricanes y solo curricanes como sustitutos de aquellos que encuentra Tiffin en sus pesadillas.

—Texto por Horselover Fat

 

Durante los últimos quince-viente años, Laura ha tenido una pesadilla recurrente. Se encuentra con un acuario improvisado—normalmente es un recipiente con capacidad para contener agua: tupperwares dentro de refrigeradores, un humidificador dentro de un clóset o un escenario en el que falta agua. En los contenedores de cada escenario vivían peces u otros animales marinos con enfermedades terminales. En los primeros 7 años de este sueño, alguien aparece para decirle que los peces murieron por su negligencia, que ella lo había provocado. Después de esos 7 años nadie aparece, pero ella sabe que fue su culpa y se horroriza al darse cuenta de que ha causado tanto sufrimiento, aunque los peces no fueran de ella.

Para las criaturas en estos escenarios, la muerte siempre es inminente: se mueren de hambre porque olvidaron alimentarlos, nadan de lado en el fondo o apenas se mueven en la pecera, intoxicados por sus propios desechos. Hay periodos en los que Tiffin pone en pausa su práctica artística, y la retoma cuando las pesadillas comienzan a desaparecer. Los temas que la acechan son el abandono violento y un suave absurdo. Sin una comprensión clara de lo que los peces fantasmas intentaban comunicar, se volvieron el tema de su trabajo, sabiendo que, de alguna forma, le estaban revelando algo sobre su entorno y su psique.

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Nacida en EUA, criada en el sur de Nuevo México. Laura estudió en la Universidad de Nuevo México antes de trasladarse al Instituto Pratt en la ciudad de Nueva York y graduarse en 2004. Residió en Brooklyn durante más de 20 años y pertenece al registro de artistas de White Columns. Actualmente lleva dos años y medio viviendo y trabajando en la Ciudad de México.