Piel que llora
Mauricio Villarreal Garza
09.29.22 – 01.15.23
Acerca de:
La obra de Mauricio Villarreal está poblada de seres etéreos que escapan a cualquier intención de sujetarlos. Sus cuerpos —algunas veces discernibles, y otras veces apenas insinuados— están formados por el mismo elemento que los recuerdos y los sueños. Se trata de un manto translúcido que se puede atravesar y tocar, pero no atrapar, como una voluta de humo o el vapor que queda después de una ducha caliente. Estos personajes etéreos son autorretratos en diferentes tiempos y perspectivas de la vida del artista, pues se originan de experiencias y de la exploración del subconsciente. Además, los personajes actúan como arquetipos de condiciones sociales, comportamientos humanos y temores comunes.
Para Mauricio Villarreal, el arte posee un potencial de sanación emocional. La pintura funciona como un umbral de acceso a una realidad espiritual que se manifiesta en la memoria, los deseos y el estado anímico tanto del creador como del espectador que encuentra un vínculo de empatía en la obra. Piel que llora es una exposición que se refiere al acto de somatizar aquello incómodo que no es expresado. El eczema es una afección de la piel que en ocasiones resulta de reprimir emociones perturbadoras. Para el artista, el acto de pintar genera un espacio de meditación para descargar en un medio no-verbal la energía contenida. En las obras, esta energía se presenta de una manera cuidadosa, reservada e introspectiva. En términos formales, la serie de pinturas mantiene una paleta de color concisa, con tendencia a la armonía monocromática, así como una composición sintética y sobria.
El cuerpo de obra que forma Piel que llora sugiere un espacio de empatía posible al experimentar la vulnerabilidad, el desamparo y la opresión, y la forma en que el arte puede ser una herramienta para hacer conscientes las heridas y así sanarlas.
Mauricio vive y trabaja en Monterrey, Mexico
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